miércoles, 16 de marzo de 2011

Transfondo de la cábala de los primogénitos de la Venganza: III - Una extraña alianza


El arconte Claevian Serindë contemplaba distraidamente las altas cúpulas de la ciudad en perpetua penumbra tras la balconada de su mansión privada, eje de su prospera y rica cábala. Oscuras sombras se movían rápidamente por el cielo nocturno de la telaraña y gritos eventuales rompian la quietud de la estancia.

La arquitectura de la mansión era elegante y etérea, casi vaporosa. Las mejores obras de los mas prestigiosos arquitectos imperiales parecerian cabañas toscas y podridas en comparación a su estilizada y alta silueta. El edificio se alzaba sobre la ciudad, sus penachos desafiando a los soles muertos de la Ciudad Siniestra. El mobiliario no era peor. Su trabajado detalle y suave textura dejaría en ridículo al del despacho personal de un Gobernador Imperial. Pequeños grabados en lengua comorrita remataban un acabado en un perfecto toque negro, contrastando con las violáceas sedas que, mecidas por las leves corrientes, bailaban a los ojos del espectador.

Claevian se encontraba solo en la estancia, mas parecia esperar a alguien. de vez en cuando lanzaba furtivas miradas por encima del hombro hacia la ventana, la cual habia dejado abierta. Sin perderla de vista, en apariencia absorto en sus propios pensamientos, alzó la mano hacia un pequeño mueble, sacando de él dos largas y estilizadas copas blancas translúcidas, y una botella de forma extraña que contenia una sustancia de un color verde brillante. Apartó un segundo la mirada de la ventana mientras servía ambas, y sin levantar siquiera la vista dijo;

-Se que estas ahí desde hace un rato. ¿Seguro que no quieres algo de licor?

Cuando levantó la vista, una figura alta y desaliñada se encontraba flotando en un aeropatín infernal enmedio de sus aposentos. Portaba una chaqueta de cuero, rasgada en numerosos puntos, y con unos pequeños sacos colgando de las partes rasgadas. Sus ceñidos pantalones, también de un intenso color negro mate estaban ingualmente rasgados. El individuo portaba un par de hombreras, similares a las de un cabalista, pero las cuchillas en ellas eran mucho mas pequeños que lo normal, y se disponian de una forma aerodinámica. Una capa azul medianoche colgaba de ellas, meciendose al unísono con las cortinas. En su cinturón, lo que parecia una tibia y una calavera colgaban junto con numerosos cuchillos, que pacíficamente residian en sus destartaladas fundas. El rostro del individuo era alargado, y su piel extremadamente pálida contrastaba con sus ojos negros como la noche, enmarcados por unas pestañas delineadas. Su pelo era extremadamente largo, lacio y blanco, y algunos mechones estaban colocados en trenzas, de cuyos extremos sobresalian una serie de pequeños ganchos y garfios. Su expresión burlesca se tornó en decepción cuando constató que no habia logrado sorprender a Claevian, que, de pie, le ofrecia una de las copas, aún mirando fijamente la botella.

-Maldita sea, Serinde, nunca consigo sorprenderte.

-No es dificil Sathonyx, hasta un mon'keigh notaría tu olor. Toma asiento, por favor.

Riendo chabacanamente, el infernal arrbeató la botella de la mano izquierda de Claevian, dejandolo con la copa en la mano y saltando ágilmente de su aeropatín al sofá de la estancia, cayendo aparatosamente y tirando varios delicados cojines al suelo. El arconte dejó suavemente la segunda copa en el escritorio, mientras observaba como el Barón caido en desgracia bebia a morro de la botella de licor, mientras tomaba asiento en un butacón cercano, de forma que entre ellos quedaba una pequeña mesa de finas patas

-Dime "Socio" - Dijo el Barón con tono intimidatorio, dejando bruscamente la botella en la mesita - ¿A que vino lo de la última incursión?

Claëvian Serinde bebió un educado trago a su estilizada copa, saboreando la bebida como un catador de vinos saborea un gran reserva, dejandola suavemente en la mesa antes de recostarse educadamente en el butacón.

-¿La última incursión? segun lo que recuerdo hicimos gran negocio, los profetas de la carne no parecen estar descontentos.

-Mira Claëvian, hay mucho moviendose en esta ciudad, muchas bocas que no pueden permanecer cerradas. Lo que haces... en fin. Esta dando que hablar, y mucho. Esto esta llegando a oidos a los que nunca deberian de haber llegado, y no estoy hablando del cráneo flagelado, no, eso es agua pasada, estoy hablando de peces mas grandes, que si bien tienen que pescarse, aun no es momento de que piquen el anzuelo.

-¿De quien hablas? ¿Vect?

-¡Já! ¡Vect! - dijo Sathonyx con abierto tono de desprecio, casi escupiendo las palabras - Ese viejo ha perdido totalmente el juicio. ¿Sabes cuantas incursiones ha protagonizado? ¡6 en el último ciclo!... pero no, si Vect supiera lo que tu... en fin... lo que tu eres, hace tiempo que estarias bajo tierra o tras la máscara de un grotesco. Pero si de las bajas esferas del corazón negro.

- No sabia que el rumor se hubiese expandido tanto...

-No es común que un Arconte protagonice tantas incursiones contra planetas demoniacos, Claevian. Incluso los mas grillados se mantienen al margen de toda la mierda que corre en la galaxia. ¿Que pasa si esto se expande? Acaso quieres que se sepa en Commorragh que la gran Cábala de los Primogénitos de la Venganza se puso del lado de nuestros reprimidos primos contra U'Zuhl? Tienes suerte de seguir teniendo la cabeza en su sitio, maldito loco.

-Pensarán que es simplemente el azar ¿quién va a poder profetizar que una invasión demoniaca romperá la realidad en el mismo momento en el que cosechamos en una ciudad colmena? - Dijo Claevian con una sonrisa en los labios.

-Estas llamando demasiado la atención, Claevian, y en algun momento alguien atará los cabos sueltos - dijo el barón dando un par de golpecitos al cráneo del vidente.

-Nadie se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde, Señor Infernal. Ambos levantamos esta cábala desde las cenizas y ambos la veremos llegar a lo mas alto. Vect, como bien has dicho, ya no mantiene esta ciudad con la férrea presión de antaño. Algun dia... Algun dia habrá otra gran catástrofe "fortuita" en Commorragh, y ese dia no será Asdrúbal quien gobierne sobre las ruinas.

3 comentarios:

  1. Esta bastante bien, me gusta, yo también tengo en proyecto la historia de mi arconte... jejeje.

    Saludos.

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  2. Estoy deseando que sigas con tu analisis de los EO.XD, tenia que soltarlo.

    Saludos otra vez!

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  3. muchas gracias comandante!

    dentro de poco seguiré, que tocan el talos y el cronos. Solo quiero echar varias partidas con ellos para exprimir sus posibilidades y poder hacer un buen análisis.

    un saludo!

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