lunes, 23 de mayo de 2011

la Furia de los Primogénitos-Campaña Subsector Quom


¡Hola gente! Hoy he jugado una partida en Estalia contra los puños Imperiales de Paco, ha sido una partida de la campaña por el subsector Quom en la que estamos apuntados Puños Imperiales, Tau, Tiránidos, Orkoz, Lobos Espaciales y por supuesto yo con Eldar Oscuros. No nos estamos jugando nada, simplemente es para poder jugar partidas amistosas "con una historia detras"

La partida ha sido bastante entretenida, la verdad. El ejército de Paco estaba estructurado en torno a las motocicletas 5 escuadras en total, dos con plasmas, dos con fusiones, una de combate con bólteres pesados y la restante de combate con el sargento que las hace linea, 3 dreadnought de disparo (cañones láser, cañones automaticos acoplados, cañones de asalto... os podeis hacer una idea) y un land speeder con cañón de fusión y bolter pesado.

Mi lista era 2 incursores con brujas, 1 con íncubos, duelista y hemónculo, Sathonyx y 8 infernales, un ponzoña con guerreros, tres devastadores con campo, una de azotes con dos blasteres de disrupción y 3 legítimos con dos lanzas oscuras (que son un 0 a la izquierda, por cierto. Todo lo que te quite movilidad...)

La partida ha sido aniquiñación, choque de patrullas. El resultado ha sido de empate 6-6, aunque como es una campaña y no se admiten los empates hemos desempatado por puntos de victoria, en donde le he ganado por un trecho grande. Yo le he matado todas las escuadras de motos (no ha quedado ni una viva) y solo le han quedado 3 dreadnoughts muy dañados (2 inmovilizados y uno con armamento destruido, mis lanzas se negaban a hacer internos) y el land speeder. A mi me echó abajo un par de incursores, un par de devastadores, el ponzoña y una de brujas que huyendo de un dread que las trabó en combate cuerpo a cuerpo y no les dio tiempo a reagruparse.

Como es una campaña creo que lo mejor seria poner el battle report narrado, no simplemente contado. Le pega mas. Advierto que aqui solo narro hasta el turno 3. el 4, 5 y 6 no hay mucha narrativa que valga, ya que por mi parte se basaron mas o menos en disparar a la escuadra de motos de combate con el personaje independiente con todo mi fuego, reduciendola a cenizas y disparar a los dreadnoughts a ver si caia alguno, aunque las lanzas estuvieron fallonas contra vehiculos, haciendo todos los resultados menos destruido. Tuve un fallo gordo no disparandole al land speeder, habria sido otro punto seguro pero no se como no lo vi...

Por su parte disparó con todo lo que tenia a transportes, lo que al final le dió 3 puntos para conseguir el "empate". los infernales fueron los héroes de la partida, matando 3 escuadras de motocicletas y ganandose los 3 contadores de dolor, las brujas tambien hicieron muchisimo hasta que una de ellas fue trabada por un dreadnought y el ponzoña, para ser uno solo dió una guerra exagerada, dejando dos escuadras a punto de caramelo para que las unidades de asalto acabaran el trabajo. (No puedo esperar a tener 2 xD)

Bueno, no me pongo pesado y os dejo con el informe de batalla "La furia de los Primogénitos"


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El subsector Quom, un pequeño puñado de mundos habitables de la franja este, se habia convertido en el coto privado de caza de los primogénitos de la venganza que, sin atisbo de piedad, habian capturado, encarcalado y condenado a la mayor parte de la población del planeta que únicamente conocian como U501. Habia sido una caza productiva. Mas de un millar de almas conocerian esa noche el verdadero significado del dolor en la ciudad siniestra.

Pero los civiles imperiales no eran el objetivo de Claevian Serindë. Sino guerreros Astartes. Los profetas de la carne exigian pagos por sus servicios y esos asquerosos primates no eran dificiles de predecir. Si pinchas sus colmenas lo suficiente se salen de ellas como abejas enfurecidas, no pasaria mucho antes de que alguno de esos mon'keigh apareciesen con sus primitivos tanques y ruidosos cañones, pidiendo a gritos su perdicición. Y efectivamente asi fué. Las thunderhawk de los marines espaciales de los puños Imperiales comenzaron a sobrevolar las pobladas junglas del planeta, buscando su rastro. Predecibles simios... tan faciles de manipular.

El arconte ordenó dejarles un rastro lo suficientemente claro que el rudimentario intelecto de los monkeigh puediese entender. Ordenó el saqueo de una colmena humana, para poco después esparcir restos de la batalla y cuerpos mutilados en dirección norte, donde un claro de la perpetua jungla del planeta les otorgaria el escenario perfecto para una emboscada.

Sathonyx y sus infernales fueron los encargados de dar la señal. Ocultos en la maleza esperaron durante horas hasta que a lo lejos se empezó a escuchar golpe seco tras otro, junto con el inconfundible sonido de arboles tronchandose y cayendo. Poco después tres dreadnought de un inconfundible color amarillo aparecieron tras un templo en ruinas que habia en el centro del claro. El señor infernal, sin poder evitar una sonrisa miró a su grupo y asintió con la cabeza, pulsando un pequeño botón en el lado izquierdo de su pecho.

Un quejido lastimero resonó en todo el bosque. Solo unos segundos despues, la batalla habia comenzado. Simultaneamente se hizo escuchar el agudo y zumbante sonido de los motores graviticos de los devastadores y los ponzoñas. Junto a ellos con sus largas alas, una bandada de azotes se elevó en el claro, tomando posiciones. Los infernales también levantaron el vuelo y un único incursor atravesó el cielo en un veloz movimiento, deteniendose a unos metros sobre las ruinas del templo destruido. Entre su tripulación se encontraba Claevian Serindë, enfundado en su armadura de Jerarca. Junto a el su camarilla de íncubos de élite y un representante de los profetas de la carne, que observaba complacido el despliegue de fuerzas, preguntandose friamente si los tripulantes de esas mecanizadas monstruosidades serian buenos aspirantes a artefactos del dolor.

Ante tal alboroto los Dreadnought abrieron fuego a discrección. El sordo sonido de los cañones automáticos y los cañones de asalto ahogó el tenue y elegante sonido de las puntiagudas aeronaves. Los infernales hicieron una pirueta en el aire a fin de esquivar el torrente de balas que se les venia encima. Algunos de ellos sin embargo no lo lograron, cayendo de sus patines entre espasmos. El Barón miró a sus hermanos, que caian al suelo desde tal altura y no pudo mas que soltar una carcajada. No hay sitio para los débiles y los lentos en Commorragh.

El tiroteo fue breve pero intenso. Los devastadores abrieron fuego sobre los dreadnoughts, consiguiendo penetrar su blindaje y bloquear sus sistemas, al menos temporalmente, trabajo al que asistieron los azotes con sus blásteres de disrupción, los cuales lanzaban brillantes pulsaciones de energia que se estrellaron contra el tronco de un arbol junto al dreadnought mas cercano, reduciendolo a astillas.

En ese momento, atacando desde el flanco, por lo menos dos docenas de motocicletas de los Puños Imperiales movieron a toda velocidad, marcando con sus neumáticos la verde hierba del claro. Andanadas de bólteres, plasmas y rifles de fusión se concentraron en los devastadores, consiguiendo varias explosiones internas en uno de ellos, derribandolo como si estuviese hecho de papel. El grito de guerra de los Astartes casi ahogaba el ruido de sus motocicletas. Serindë sin apenas cambiar su gesto dirigió ordenes a los infernales y las escuadras de brujas que esperaban a una distancia prudencial del campo de batalla. No se puede emboscar a un maestro de las emboscadas.

Dos incursores mas entraron en la refriega a toda velocidad, desde la borda, altas y sensuales mujeres, equipadas con provocativas armaduras entraron en la refriega. Uruviel Telrúnya, Hekatriz y concubina del Arconte estaba entre ellas. Su cabello rubio ondeando al viento y su labio inferior apresado entre los dientes. Tras una alegre señal a sus hermanas y tras un conjunto y agudo grito de emoción se arrojaron desde la borda del vehículo cayendo frente a las motocicletas girando todas a la vez para enfrentarlas como si fueran una sola persona. Los marines levantaron sus armas preparados para llevarselas por delante, pero en un ágil movimiento, las brujas o bien se arrojaron al suelo o bien saltaron hacia arriba, esquvando las motos y cortando arterias y extremidades a placer, apuntando a las escasas y prácticamente inexistentes juntas de la armadura marine. Uruviel se quedó quieta en el sitio, esperando a los últimos de los marines uno de los cuales portaba un gran puño de combate y se dirigia hacia ella a cara descubierta. La bruja se apretó tanto el labio de la emoción que un pequeño hilillo de sangre comenzó a correr por su piel, pálida como el alabastro. El marine blandió el puño de combate en alto y dió un golpe con todas sus fuerzas que únicamente tocó aire. La bruja saltó arqueando su espalda sobre la motocicleta. Mientras hacia esto descargó un potente latigazo con su agonizador, que se enroscó alrededor de la cabeza del sargento, arrancandola de cuajo y con la otra mano, en la que sostenia una pistola blaster disparó, desintegrando en el acto la del otro motorista. La cabeza del sargento rodó por el claro mientras que los dos cuerpos decapitados cayeron de las motocicletas, las cuales chocaron ocasionando una gran explosión metros mas adelante. Tras esa acción la hekatriz sonrió satisfecha, como una acróbata tras una actuación impecable y limpió la sangre de su barbilla distraidamente con su guantelete de cuero. Solo dos de los motoristas habian quedado con vida tras el choque inicial, sin embargo no habia caido una sola bruja.

La segunda hermandad de brujas habia tenido un éxito similar, apoyada por los Infernales del barón Sathonyx, mientras que los guerreros de la cábala a bordo del ponzoña abrian fuego sobre otra escuadra de motoristas, que cayó entre espasmos ante las rafagas de munición cristalinas que conseguian perforar la servoarmadura y tocar su piel.

El barón hacia piruetas en su patín mientras propinaba golpes a los marines a sus pies, los cuales apenas llegaban a devolverle el golpe. Una de las brujas subió de un salto junto a él, apoyandose en el borde del patín de puntillas, cogiendo la hombrera del barón para estabilizarse. El barón entonces comenzó a girar sobre si mismo y la bruja extendió la mano en la que sujetaba el cuchillo, arqueando la espalda, como en una especie de danza macabra, logrando atravesar la armadura de un par de marines, provocandoles heridas de gravedad. Los Eldar Oscuros estaban dominando claramente la batalla. La victoria era únicamente cuestión de tiempo.





2 comentarios:

  1. TT.TT chapó,tío es fantástico... es artesobre todo lo último con sathonix fuoo , y la primera parte con las brujas toreando a los marines en moto... 1-0 para los vástagos de Commorrag sigue así porfa (incluso con alguna derrota para darle tridimensionalidad al personaje)Sobre todo tengo ganas de verlos contra el caos para ver como se desace de sus cuerpos en su camara de tortura me tiene intrigado... ¿se los comerá?

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  2. me alegro que te guste^^ ya iré escribiendo mas transfondo que continue la linea temporal mi cábala, un saludo!

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