Nostalgia caótica

Hoy he llegado a mi casa (para quien no lo sepa vivo en Granada, aunque la mayor parte del año me la pase en un colegio mayor de Córdoba, donde estudio) y de las primeras cosas que he hecho ha sido contemplar mi repisa llena a rebosar de marines espaciales del caos, y no se porqué me ha invadido el sentimiento de que los tengo muy dejados de lado a los pobres, ahi de exposición en una estanteria criando polvo... aunque sigo pensando en ellos (no hace mucho me compré unos marines ruidosos que estoy conversionando con mucho mimo antes de empezar a pintarlos) pero no se... como que los hijos de Commorragh estan acaparando mucho protagonismo.

Y la verdad esque tengo muchas ganas de volverlos a jugar. Extraño esas cargas de bersékers de khorne con armadura de 3+ dando toñas F5 con I5 y 4 ataques cada uno, o ese profanador repartiendo tortillas F8 Fp3 capaz de frenar en seco a una unidad de martilleros... en fin, que la nostalgia me invade por momentos. Una lástima que no me los pueda llevar a córdoba, porque no tengo 2 maletines y ya he probado la experiencia de meterles el meneo de llevarlos en cajas de una ciudad a otra... y me tiré 2 dias pegando miniaturas. Asi que me tendré que conformar con jugar un par de partidas o tres con ellos con unos amigos aqui y dejarlos de nuevo hasta que se acabe la liga estaliana y me los pueda volver a llevar para córdoba, que es en realidad donde mas juego les puedo dar.

Es verdad que su códex no es el mejor ni mucho menos... me duele en el alma no poder jugar listas transfondisticas de legión alfa en torneos sin que una apisonadora (llamalo ángeles sangrientos, llamalo guardia Imperial, llamalo Lobos Espaciales) me pase por encima sin poder decirles ni hola, pero c'est la vie, y hasta que no salga uno nuevo (dentro de mucho, mucho tiempo) los jugadores de MEC estaremos estancados con el codex soso y chabacanero que tenemos en la actualidad, pero bueno, eso es tema de debate para otra ocasión. Lo que importa es lo mucho que echaba de menos a estos chavales sin darme cuenta. Un cambio de aires muchas veces te hace apreciar cosas de las que te habias cansado, haciendote recordar buenos momentos que has vivido junto a ese ejército.